viernes, 30 de mayo de 2008

Resumen de la 3ra Compilación

FE DE ERRATAS: en los anteriores resúmenes, dije que en la sección de "Links" podían acceder a la versión detallada de la Compilación. Sin embargo, eso es totalmente errado, es en la sección de "Files" del grupo yahoo... disculpas por las molestias causadas! Ahora si.... continuemos con el 3er resúmen para ponerse al día con la historia! Acompañando a este resumen, encontrarán un esquema en donde se muestra la localización de los personajes de la caravana.

3ra COMPILACIÓN

Gwydeon respondió la señal y brevemente pidió al par de figuras identificarse, no sin antes hacer notar su inconformidad con el método utilizado para contactarlo. Hizo con cautela una segunda señal secreta de la Legión de Steel. Si respondían a esa última, era prácticamente seguro que los encapuchados eran efectivamente legionarios.

Argento, por su lado, procuraba mantener su hacha en su mano, mientras lo invadía la frustración de haber caído tan fácilmente, estando en su terreno. La magia siempre le hizo sentir indefenso y frustrado, y esta no era una excepción.

El presunto legionario respondió correctamente la señal a Gwydeon, mientras escuetamente parecía disculparse. Lo llamó por su nombre y se identificó como miembro de una célula de los territorios de "Tormenta sobre Krynn" (Palanthas y sus alrededores, cuyo Dragón regente recibía ese sobrenombre). Explicó que su misión era entregarle un objeto muy especial, que sería extramadmente útil en la ejecución de su misión, la cuál reconoció desconocer. El objeto debía ser entregado de vuelta al finalizar la misión, en total secreto. Los gemidos de Argento que se debatía por liberarse de sus ataduras y destapar sus sentidos, instaron al legionario a apurarse.

Le dijo a Gwydeon que el leñador no debía saber quiénes eran ellos, ni de dónde vinieron, ni lo que habían entregado. Al finalizar el hechizo, toda su fisionomía volvería a la normalidad. Esto iba a ser, en un largo plazo, mucho más inócuo que borrarle la memoria...

La otra figura intentaba encontrar una forma para evitar que el leñador rompiera las cuerdas de las boleadoras. El interlocutor de Gwydeon se despidió, colocando en el suelo un pequeño paquete, y sugirió a Gwydeon evitar que el leñador rompiera las boleadoras, porque éstas podrían ser de utilidad. Luego de una señal a su acompañante, ambos rápidamente se fundieron en el bosque hacia el norte.

El medio-elfo, un poco más calmado, recogió y guardó el paquete, y se giró hacia su amigo para ayudarlo.

* * *

Hilltop habló al líder de la Garra reclamándole que no contento de estar mejores armados que los de la caravana, ahora los quería indefensos. Después de todo ¿Cómo sabrían ellos que la búsqueda de los caballeros sería honorable, cuando no se les permite defender ni sus palabras ni sus pertenencias?

"Cuando pelees con un nido de abejas, mata a la reina" - razonaba mientras tanto Aelensar. Había que dominar al jefe de la Garra. Se interpuso en la conversación y con firmeza hizo saber al caballero oscuro que a ellos les sería imposible cumplir con lo solicitado. Luego de reconocer la fama de combate honorable (!?) de los caballeros, y el deber que ellos como escoltas tenían de proteger a sus clientes, por lo cuál no iban a ceder sus armas. Prometió que las mismas no serían usadas, mientras la revisión se llevara a cabo. Aún así, si esto no convencía al caballero, el mercenario ofreció un acuerdo alternativo.

Dijo que hasta ese momento no había tendio el placer de medirse en campo de batalla con un caballero de takhisis, y que él sólo podía respetara a quienes se mostraran dignos en combate. Por lo tanto, propuso un duelo. Si ganaba el líder de la garra, depondrían las armas y se someterían a revisión. En caso contrario, la revisión podría llevarse a cabo, pero los escoltas conservarían sus armas.

Aelensar esperaba que su victoria (de la cuál no dudaba) daría ventaja "moral" por sobre los caballeros, y sería factor de distracción para que las elfas pudieran escabullirse. Lo que aún dudaba era si, al ganar, mataría al líder, o lo usaría para alejar a los demás, o cumplía la promesa.

El líder de la garra vio con asombro y admiración al mercenario, y aceptó el desafío. Gregarious Hilltop empezó a aplaudir y animar a la gente con expresión de infante en feria esperando la caída del bufón. Sin embargo, sus ojos buscaban la ballesta más cercana. El problema era que esta guindaba del cinto del propio Aelensar.

Con nerviosismo las personas empezaron a "animar" el combate, entre rezos y expresiones de incredulidad. La expectativa fue interrumpida súbitamente por la desaparición del misterioso bosque que hacía poco se había materializado, trayendo consigo a los caballeros y sus secuaces élficos. En su lugar, se extendía la pradera que normalmente debía encontrarse allí.

"¡Maravilloso! Ahora hay más espacio para la justa!" - exclamaba Hilltop en medio de sus azuzantes palabras.

PD: En la sección de "Files" del grupo yahoo podrán acceder a la versión detallada de la Compilación.

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